Hacer propuestas de diseño para los espacios exteriores conlleva a una integración de actividades públicas y privadas. Con croquis, bosquejos, renders, fotografías, etc, el diseñador pretende ubicar al usuario final dentro de ese espacio.
Las formas de representación que se utilizan toman entonces, una vital importancia para el usuario, dado que es el vehículo que se utiliza para convencer y aclarar dudas al usuario final. Cada espacio exterior tiene su propio carácter , su intención y su uso final. El diseñador debe poder plasmar las ideas, la creatividad de la manera mas tangible posible, y apoyarse en las herramientas necesarias para conseguir transmitir ese mensaje.
El o los estilos que se utilicen dentro de la propuesta se desprenden directamente del estilo arquitectónico propuesto, para redondear la imagen que se busca por parte del arquitecto creador del proyecto en conjunto.
De acuerdo a la ubicación geográfica de proyecto, se determinan variedades de arboles, arbustos, cubresuelos, etc. y de acuerdo a las orientaciones del edificio, conjunto, etc, los elementos necesarios para completar la propuesta, tales como, andadores, mobiliario, iluminación, etc.
Consideramos de vital importancia hacer proyectos de espacios exteriores, sin necesidad que esto signifique que los proyectos deban de ser documentos interminables , y si el apoyo necesario para visualizar esos espacios exteriores, y lo hagan realizables.
La información complementaria que se requiere para hacer realizables los proyectos de espacios exteriores son datos como: resolución de sistemas de riego, sistemas de iluminación, tipos de banquetas, mobiliario urbano, etc.
El diseñador de paisaje trabaja directamente con el arquitecto, ingeniero o propietario de la obra o proyecto, y se apoya en profesionales de otras disciplinas para dar respuesta a cada uno de los conceptos involucrados dentro del proyecto final de exterior.
Propuestas pueden haber muchas para cada situacion, lo recomendable es encontrar la que mas se acomode a cada usuario.
